miércoles, 30 de abril de 2014

Crónica de una muerte anunciada

Por Melania Ortiz Aranda (2º Bahillerato B)

La noche anterior a su muerte, Santiago Nasar soñó con árboles y pájaros. Su madre, que era muy buena acertando lo que los sueños querían decir, obvió los árboles, que eran mal presagio, y se centró en los pájaros, sinónimos de buena salud y vitalidad. Estaba muy lejos de imaginar lo que el destino deparaba a su hijo. Y es que en este libro del colombiano Gabriel García Márquez ya sabemos desde el principio cuál va a ser el desenlace. Sin embargo, el autor consigue mantener la atención del lector hasta el final.
Uno de los temas centrales de la obra es la importancia de la honra en esos tiempos y el valor que se le da al destino, pues Santiago está rodeado en todo momento por un halo de muerte. La sociedad era antes muy machista y las mujeres eran educadas para ser esposas y no para ser alguien por sus propios méritos (por suerte eso está cambiando en nuestra sociedad) , por eso, al ser rechazada por su marido por no ser virgen, Ángela Vicario acusa a Santiago de ser el causante de su “deshonra” y su familia debe hacer pagar al responsable.
Otro tema que llama la atención es el de la torpeza humana. No entra en ninguna cabeza que se dieran tal cúmulo de circunstancias como para que nadie fuese capaz de impedir el crimen o alertar al propio Nasar, que no se enteró hasta que era demasiado tarde.
Podemos destacar, además, la controversia general que rodea al pueblo después del crimen, pues unos pensaban que Nasar no era el verdadero amante de Ángela y, paera más inri, no lograban ponerse de acuerdo con una tontería tan grande como si llovía o no, cuestión que nos deja la sensación de que en el fondo da igual la opinión, porque lo sucedido sucedido está y ya no importa tanto lo que pensemos.
En el fondo , lo que más puede encantar o desencantar al lector es el enigma que queda por resolver: ¿se acostaron realmente Ángela y Santiago, o esta buscaba proteger a su verdadero
amante? Esa es una duda con la que nos quedamos, pues nunca queda aclarada.
En fin, se entiende que García Márquez ganara un Nóbel, pues su maestría para darte el final de la historia al principio y ser capaz de que no sueltes el libro es más que meritoria. Es especial, y acaba enganchando , a pesar de ese realismo mágico que a muchos no gusta y que hace su aparición estelar al final de la historia.

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