El pasado 17 de abril moría Gabriel
García Márquez. Sus obras marcaron toda una época de la literatura
en lengua española, y perdurarán para siempre, convertidas ya en
clásicos. Desde ese libro, redondo donde los haya, que es Cien años
de soledad, con su mítico Macondo y su realismo cuajado de
magia, hasta relatos basados en historias reales como Relato de un náufrago o Crónica de
una muerte anunciada, pasando por los amores que sobreviven a la vejez -El amor en los tiempos del cólera- o ese coronel que no tenía quien le escribiera... Él tuvo claro siempre que quería contar historias y
sabía cómo hacerlo. Nosotros, los lectores, hemos tenido la suerte
de poder disfrutarlo. Como afirma en la frase que inicia sus memorias
(Vivir para contarla) “la
vida no es lo que uno vivió sino lo que uno recuerda y cómo lo
recuerda para contarlo”.
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