Para
empezar, deberíamos plantearnos qué es un héroe y qué requisitos cumple y, una
vez hallado, pensar completamente lo contrario, y así, sabríamos qué es un
antihéroe.
Mi respuesta es clara, antihéroe.
Lázaro, a pesar de ser fuerte,
voluntarioso y aguantar las adversidades
como le vienen, no lucha más allá de lo necesario para sobrevivir y lograr una
vida mejor.
Mientras héroes como Robbin Hood robaban
dinero para los pobres, Lázaro robaba migajas de pan y fingía que había ratones
en casa.
Mientras
montones de caballeros andantes luchaban y enfrentaban ladrones e infieles,
Lázaro pedía comida de puerta en puerta; y, mientras héroes conquistaban
damiselas, él desposaba a la querida de un cura.
En
conclusión, hay montones de características y anécdotas a señalar por las
cuales Lázaro es un antihéroe, pero esto no implica que deje se ser un
personaje curioso y que a su modo, lucha por una mejor vida (siguiendo el dicho
de “remando se llega a buen puerto” solo que Lázaro hubo de remar mucho a lo
largo y ancho de los océanos) y a un ritmo pausado aprende lo que la vida le
depara tanto a ricos como a pobres solo que hay quienes la enfrentan mejor que
otros y quienes saben lo que merecen, quieren o hacen gala de ello.
Aunque
claro, Lázaro solo era un pobre y simple niño inocente perdido que pasaba de
las garras de unos halcones a las de unos buitres hasta llegar a un triste
desierto que él terminó por considerar la cúspide de su fortuna.
Pilar
Castro García
1ºBachillerato A
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