Reflexión sobre Cinco horas con Mario, de Miguel
Delibes.
Al principio entendí el libro como una reflexión en voz alta
de la protagonista, sobre su marido muerto a partir de unos versículos de la
Biblia, pero después se ve cómo Carmen no hace más que reprochar a Mario -su
marido- gestos, palabras o ideas, sacando a relucir sus fallos para luego poder
excusar el pequeño “roce”que tuvo con Paco, un amigo de la infancia que la
besó.
Carmen va sacando a relucir todos los detalles que ha ido
guardando a lo largo de su vida y que muestran tanto la diferencia de
personalidad de ambos como sus ideales totalmente antagónicos: Mario es un
socialista que lucha por los derechos de las personas y por erradicar las
diferencias entre pobres y ricos, mientras que Carmen es bastante clasista “si
los pobres estudiaran y dejaran de ser pobres, ¿quieres decirme cómo íbamos a
ejercitar la caridad?, también tiene unas ideas anticuadas sobre la mujer ”las
niñas que estudian, a la larga, unos marimachos”.
A lo largo del libro también se aprecia cómo su marido la ha
decepcionado puesto que ella le ha dedicado casi toda su vida a él y a sus
hijos, mientras que ´Mario ha tenido cosas en mente en las que no la ha
incluido a ella.
Aunque el libro se me ha hecho pesado en ocasiones encuentro
curiosa la devoción de Carmen hacia su marido a pesar de sus muchas
diferencias, ya que hoy en día las parejas no se aguantan tanto. Realmente la
protagonista no reprocha con maldad, más bien lo hace para que su fallo parezca
más pequeño, esto en realidad sigue
pasando todavía, la infidelidad está mal
vista y la gente tiende a echar en cara los fallos a los demás para disimular
los suyos.
María del Mar Ávila (2º de bachillerato)
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